domingo, 28 de septiembre de 2008

Mentiras, justificaciones y division en Honduras por Petrocaribe

Manuel Zelaya, el presidente de Honduras, fue muy sincero: “El sector privado de Honduras me cerró sus puertas. Fui al norte (a Estados Unidos), adonde los aliados, los vecinos, los amigos que controlan el Banco Mundial, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), la Unión Europea y la Cuenta del Milenio”. Dijo que el Banco Mundial solo le ofreció $10 millones, “una cantidad raquítica”, aseguró. De modo que, a principios de año, buscó a Hugo Chávez, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

“Y se alarmaron la empresa privada y las potencias porque traía a un hombre generoso que desea dar dinero para el desarrollo. ¡Cómo es la crueldad en este país: los empresarios y los políticos comenzaron a criticarme! Esa es la verdad”, relató Zelaya a un grupo de empresarios que asistieron el 19 de septiembre a la inauguración de una presa hidroeléctrica en Cuyamel.

En ese punto, Santiago Ruiz, presidente de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras, está de acuerdo con el presidente.

“Más que una cuestión ideológica, (la cercanía con Chávez) esta es una cuestión de dinero. El Gobierno tiene las finanzas emproblemadas y este es el dinero que está más al alcance sin ningún control. Todos los demás, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ponen reglas, pero Venezuela compra conciencias”, asegura Ruiz.

Seducción

La chequera de Chávez fue el canto de sirena que encantó a Zelaya, sobre todo porque después de congelar el precio de la gasolina, dar aumentos a maestros, endeudar a la compañía eléctrica y malgastar los fondos de la condonación de la deuda ya no tenía fondos disponibles.

El primer ofrecimiento fue Petrocaribe. Venezuela solo cobra la mitad de la factura petrolera, da 90 días para hacerlo y da en préstamo el 50% restante a 25 años plazo y con un interés del 1%.
Para Honduras, con un gasto anual cercano a los $700 millones, eso significaba hasta $350 millones (porque el monto a financiar se reducía al 40% cuando el precio del barril esté a menos de $100).

Poco a poco, el pragmatismo convenció a los empresarios de que solo se trataba de un acuerdo comercial.

Sin embargo, cuando Petrocaribe era sinónimo de traición, Adolfo Facussé, el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), era el principal activista de “usar el dinero del petróleo para salir del problema del petróleo”.

“Creo yo que el presidente Chávez, uno de los principales impulsadores del alza del petróleo junto con Irán, ha de temer que estos países chiquitos y pobres quiebren y le reclamen a él y a Venezuela. Así que creo que lo de Petrocaribe no es para ganar nada, sino para evitar las críticas tremendas”, sostiene Facussé.

La segunda oferta de dinero fue la adhesión a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que Zelaya aceptó firmar este 25 de agosto con Chávez al lado.

Al formar parte del ALBA, Venezuela ofreció prestarle a Honduras otros $132 millones.

De esos, $100 millones es la compra de bonos (así como se los compró a Argentina, pero sin tener que adherirse al ALBA) y $30 millones son un crédito directo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) al Banco Nacional de Desarrollo Agrícola de Honduras (BANADESA).

Los $2 millones restantes son para crear un fondo especial de semillas y para crear un centro de desarrollo genético de ganado.

No obstante, no todos en Honduras creen en el ALBA, que se discutirá en el Congreso Nacional hasta diciembre próximo. Temen un compromiso político-militar.

http://www.laprensagrafica.com/mundo/1146367.asp

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