lunes, 29 de septiembre de 2008

Millonario, pariente de Schafik y pro ALBA

Dice que el mundo ha cambiado

En plena guerra, el padre de Adolfo Facussé le reprochaba tener en casa a un primo de su esposa que no se dedicaba más que a leer libros, vestido nada más que con una bata.

—¿Y por qué no trabaja?

—Es que no puede.

—¿Y por qué? Está sano, puede atender la tienda, al menos.

—Se esconde. Es comunista.

—¡Comunista! ¡Me dijiste que era economista!

El nombre del pariente era Schafik Hándal, en efecto, comunista salvadoreño.

Facussé es desde hace años el presidente de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI). Es liberal, pero no de izquierda. Pero aun así es de los pocos empresarios que defiende la adhesión a ALBA, que aunque es “problemática, si se ven las cosas objetivamente, solo son acuerdos de ayuda”.

Él está de acuerdo en adherirse en solidaridad, pero sin meterse en compromisos militares o comerciales en contra de Estados Unidos.

No obstante, tiene un léxico muy parecido al de los nuevos amigos del presidente Zelaya.

“El mundo cambia. Tenía una dominación unipolar, de Estados Unidos. Hoy es multipolar. Ha resurgido Rusia, está Europa unificada y fuerte (...) el mundo ya no es tan sencillo”, sostiene.

Los detractores de Facussé dicen que su apoyo a ALBA y a Manuel Zelaya es el pago porque el Gobierno le perdonó una deuda de 43 millones de lempiras (más de $2 millones) con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

“Yo de este gobierno no he recibido ningún favor. Incluso, me paró mi fábrica. Favores no le debo nada a nadie”, manifiesta, aunque reconoce que tiene una larga amistad con Zelaya.

Pero el que sean amigos, sostiene, no le quita hacerle críticas por ser “botarata, por haberle dado a los maestros de aquí más de 7,000 millones de lempiras y permitirles hacer huelga”.

http://www.laprensagrafica.com/nacion/1147862.asp

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